UC - Críticas
| País: USA. Año: 2014. Duración: 97 min. Género: Comedia.
Dirección: Shawn Levy. Guion: David Guion, Michael Handelman. Producción: Shawn Levy y Chris Columbus. Música: Alan Silvestri. Fotografía: Guillermo Navarro.
Estreno en España: 25 Diciembre 2014. Calificación por edades: Apta para todos los públicos. |
Interpretación: Ben Stiller (Larry Daley), Robin Williams (presidente Roosevelt), Owen Wilson (Jedediah), Dan Stevens (sir Lancelot), Ben Kingsley (Merenkahre), Steve Coogan (Octavio), Ricky Gervais (Dr. McPhee), Rebel Wilson (Tilly), Patrick Gallagher (Atila). |
Y NO DEJAR DE CABALGAR DINOSAURIOS EN CENTRAL PARK
Inevitable tercera entrega del éxito de taquilla con el que Shawn Levy y Chris Colombus no sólo llenaron los cines en 2006 sino que multiplicaron las visitas al Museo de Historia Natural de Manhattan. Como en aquella, el tono familiar y de aventuras es la nota dominante para una película que no oculta (ni falta que hace) su pretensión de complacencia infantil, permitiéndose incluso una ligera valoración sobre el crecimiento y madurez de los niños que hace ocho años vieron como las criaturas del museo cobraban vida, y que hoy ya se han hecho mayores.
SINOPSIS: Larry (Ben Stiller) continúa trabajando como guarda de seguridad en el Museo de Historia Natural de Nueva York, donde las figuras cobran vida por la noche gracias a una antigua tablilla egipcia. Pero cuando la reliquia empiece a perder su magia tendrá que emprender un viaje hasta Londres, donde reposa la momia de su legítimo dueño. Acompañado de sus animados amigos, Larry tendrá que descubrir el secreto de su poder y restaurarlo.
Hablar de la tercera entrega de un producto familiar siempre suele ser sinónimo de desgaste y repetición. Sin embargo, algo tiene la saga de ‘Noche en el museo’ al estilo de las aventuras de Abbott y Costello que, mientras se paseen por medio mundo y sin hacer nada nuevo en realidad, siempre satisfacen. Y si en la segunda entrega se las ingeniaron para sacarle partido al Smithsonian de Washington, en su tercera aventura le toca a ese mágico concepto europeo que subyace en el imaginario yankee, aderezado con un toque de fascinación egipcia. Todo para volver a ver a un entregado Ben Stiller dando saltos de un lado para otro rodeado de todo tipo de criaturas bajo un humor blanco pero con cierto tono de cinismo. Porque otra cosa no, pero Ben Stiller siempre ha sido un payaso nato, y verse rodeado de una clowntroup como la que se nos presenta pues le crece, claro. A los habituales Owen Wilson, Steve Coogan y Ricky Gervais, se les une una desternillante Rebel Wilson, un improbable Ben Kingsley, un despistado Hugh Jackman y unos recuperados Dick Van Dike, Bill Cobbs y Mickey Rooney. Amén del entrañable Robin Williams en uno de sus últimos papeles (a él y Rooney se les dedica el film).
Y aunque no habría que pedirle mucho más a este entretenimiento de vástagos y sobrinos palomiteros, bien saben los responsables que su público crece, madura y deja de creer que las figuras de los museos cobran vida por la noche cuando nadie les ve. De modo que ese epígrafe subyace con gruesa delicadeza a través del hijo del protagonista sobre el que hace una brillante apreciación: “un día están montando un dinosaurio en Central Park y al día siguiente quieren pinchar en Ibiza”.
